viernes, 15 de mayo de 2020

La tierra ya está hecha_parte 1 (Segundo ciclo)

¡Hola chicos! ¡Muy bien! Nos encontramos otra vez para seguir compartiendo lecturas. Recuerden tener presente la temática de la feria de literatura que es “Se busca. Personajes reales o inventados”.
En esta oportunidad leeremos un mito griego titulado La Tierra ya está hecha; adaptado por Cristina Gudiño Kieffer e ilustrado por Ayax Barnes. Lo leeremos en dos partes, a estar muy atentos. Antes que comiences con la lectura te pregunto, (no tienes que responderla por escrito).

¿Te defines como una persona ordenada o desordenada?

Ahora sí, puedes elegir si quieres leer o escuchar el texto. A continuación te dejo las diferentes opciones:
En el archivo word tendrás el texto del mito y el link para escuchar el mito. Sino, más abajo también puedes acceder directamente  a escuchar el mito en el video de más abajo.

  • ·        Aquí tienes únicamente el texto

Todo negro, todo sucio, todo mezclado y todo feo. Así era el reino del Caos. En aquel mundo, el Cielo y la Tierra estaban bien revueltos y mezcladitos. Como no había luz, no se veía nada. Y tampoco se podía caminar muy bien, porque las montañas se interponían a cada momento. Y los arroyos jugueteaban caprichosamente por donde se les ocurría. Mientras todo era así, o sea mientras el Caos reinaba, nadie estaba cómodo. Y menos la Naturaleza, que era el orden en persona.

Ella, que siempre soñaba cosas lindas, no podía ver nada que estuviera en desorden. Soñaba que el Sol se levantaba y se acostaba temprano, que los peces se quedaban en el agua haciendo burbujas, y que el aire se ponía bien transparente y fresquito. ¡Pero todo era un sueño! Y por eso, porque el Caos era desordenado y desprolijo y porque la Naturaleza era ordenada y limpia, siempre estaban peleándose.

–¡Un lugar para cada cosa! ¡Y cada cosa en su lugar! –chillaba la Naturaleza. –¡Déjame tranquilo! ¡Soy desordenado porque me gusta y no me importa nada de nada! –le contestaba el Caos, gritando. –¡Cabeza dura! Pero la Naturaleza estaba cansada, realmente cansada. –¡Voy a poner orden en este mundo! –gritó–. ¡Y se acabarán para siempre los líos!

Como sabía que el Caos era muy poderoso y muy fuerte, fue a pedir ayuda a los gigantes, que estaban siempre juntos. No porque se quisieran demasiado, sino porque así era más cómodo. Como “gigantes” les parecía una palabra muy vulgar, se hacían llamar Titanes. Y así se sentían más importantes.

La Naturaleza golpeó en la puerta y los gigantes corrieron a abrir. Cuando vieron que era ella se pusieron muy contentos, contentísimos, porque casi todo el mundo les tenía miedo y nadie los visitaba. –¡Qué suerte que viniste! –gritaron.

–¡Ay! –exclamó la Naturaleza–. ¡Yo quisiera que esta fuera una visita de cortesía, pero la verdad es que vengo a pedirles ayuda! –¡Lo que quieras! –dijeron los gigantes.

–Bueno, verán: como ustedes saben, en el mundo reina el Caos. Y es tan malo, tan desordenado y tan terco, que todo está por allí patas arriba. Los pájaros no pueden volar porque no hay aire, el agua está mezclada con el fuego y el aire y el cielo con la Tierra… ¡Este chichón que tengo acá es el resultado de un golpe que me di cuando me caí de un continente! ¡Ayúdenme, por favor, a destronar al Caos y ordenar al mundo! –¡Te ayudaremos! –gritaron los gigantes. Y después sortearon para ver a quién le tocaba colaborar con la Naturaleza. Tiraron la monedita y les tocó a Prometeo y Epimeteo. ¡Qué pareja! Prometeo era el más prudente de todos los Titanes… ¡y Epimeteo el más imprudente! –Pongo mi prudencia a tu servicio –dijo Prometeo a la Naturaleza. –Y yo pongo a tu servicio mi… bueno, toda mi buena voluntad –dijo Epimeteo, que no se atrevió a reconocer que era un imprudente.

Y salieron los tres en busca del Caos, dispuestos a destronarlo. Cuando llegaron al reino del Caos, el mal olor, la oscuridad y el alboroto los hicieron tambalear. Empezaron a trabajar, aprovechando que el Caos estaba dormido.

  • ·        Y acá, un video con el audio del cuento, haz clic en el video y podrás escucharlo.



ARCHIVO WORD LA TIERRA YA ESTÁ HECHA


Un saludo. A cuidarse y quedarse en casa.
Disfruta la lectura, no te apures, hay tiempo.
“LEER es crecer.”